domingo, 25 de mayo de 2008

MARIANO, MANUEL Y LOS OTROS

Querido señor Mariano:
Odio decir esto; pero yo tenía razón. Se puso usted en manos de los dos lideres mediáticos: el feo y el de los tirantes y perdió las elecciones, esa es la triste realidad. Todavía lo recuerdo a usted riéndoles las gracias: que si la teoría de la conspiración: ja, ja, ja. Que si la constitución europea es muy mala: ja, ja, ja. Que si Zapatero va ha regalar Navarra a la ETA: ja, ja, ja. Bueno, no seguiré recordándole más cosas, no vale la pena. Estoy asistiendo a su linchamiento sin dar crédito a lo que ven mis ojos y escuchan mis oídos. Ya sabe usted de que va todo esto o se pléga a sus deseos o ellos “se lo cargaran”, Jiménez Losantos dixit, entre las risas de Pedro J. Lo más sorprendente es que están utilizando, para acabar con usted, los mismos argumentos que usaron contra Zapatero.
María San Gil, vaya por delante mi admiración a cualquier demócrata que haga política en el País Vasco, le ha hecho un feo que roza el absurdo. No creo que sea ella la de la culpa, supongo que está dando la cara por otros demasiado cobardes para salir a la luz. Al señor Mayor Oreja lo veo muy callado estos días, quizás es que ha mandado a otros para que hablen por él. Hace muy bien, este señor tiene que ir, urgentemente, a ver a un logopeda, es imposible entenderlo. No vocaliza, habla de forma ininteligible y dice… Bueno, este señor también tiene que leer mucho, pero mucho. Para saber que Franco fue un dictadorzuelo sanguinario y vengativo que cometió varios delitos; entre ellos el de alta traición, al defenestrar el gobierno republicano legalmente establecido por el sufragio del pueblo soberano.
De todos los personajes que están saliendo a la palestra estos días el que me tiene más anonadado es Don Manuel Fraga; que resulta que ahora es de centro. Pues vaya panda están hechos sus correligionarios si el último vestigio del franquismo es el moderado, en fin, para que más… En la foto (www.fotolog.com/leocoyote1) estamos M. y yo en una cena que se hizo hace muchos años en el Hotel Princesa Sofía, organizada por mi muy querido y añorado Jesús F. Cobelo. Don Manuel venía de América y se iba, creo, para Estrasburgo. Mi amigo el periodista Xosé Luis Blanco, que por aquel entonces era el director de Radio Nacional de España en Santiago de Compostela y que seguía en su viaje a Fraga, me comento que era un torbellino que los hacía levantar a las seis de la mañana y los sometía a todos un ritmo de trabajo infernal: “Fraga, ya se sabe, es así”.
Larga vida a Don Manuel.

sábado, 10 de mayo de 2008

MADRIZ 2 (el adiós)

Desayunamos en el Café Gijón. Tiene, como no podía ser de otra manera, una intensa sensación de mito antiguo y sólido. Los camareros visten con uniforme blanco y te miran con una cierta superioridad. En las paredes cuelgan pinturas y dibujos, casi todos ellos dedicados al local. Tomamos café con leche y porras mientras, desde la ventana, vemos como la gente camina por el paseo de Recoletos, lleno de casetas blancas; es la feria del libro antiguo. En una mesa algo distante de nosotros escucho una conversación en la que creo entender algo como: “…Oye que ya me encargo yo, de verdad, el tío ese nos tendrá que pagar los cuatrocientos machacantes como sea”. Me quedo más tranquilo. Vamos hasta la plaza Colón y después paseamos por la calle Serrano hasta la puerta de Alcalá. En la puerta de una tienda que vende ropa de un diseñador italiano de modales amanerados y rostro hierático, dos chicas fuman con avidez dando esporádicas miradas al interior del local.
-Lo que es mío es mío, el hombre de las cejas de pico nos tendrá que dar los cuatrocientos, o las dependientas de Serrano nos pondremos en huelga –dice una de ellas.
Ni que decir tiene que yo me siento muy feliz con todos estos comentarios, por lo menos no estoy solo. En el museo Thyssen-Bornemisza hay una exposición de Modigliani a M. le gusta mucho el Amadeo ese. Bueno, a ella le gusta todo lo que huela a italiano, creo que tuvo un novio de allí o algo así. La sala en la que están los cuadros es algo agobiante pero Modigliani siempre es reconfortante.
Cogemos un Taxi que nos lleva a la plaza del sol, pasamos por delante del Hotel Ritz y de Chicote. Estos nombres me traen muchos recuerdos no vividos. Los vivieron John Dos Passos, Hemingway, Robert Capa y una larguísima lista de personajes que pulularon por aquel Madrid de leyenda y de guerra civil, llenando nuestros recuerdos pendientes. No hace mucho estuve leyendo sobre la oscura historia de José Robles, el traductor y amigo de Dos Passos. Lo fusilaron después de un juicio en un consejo de guerra montado a toda prisa y propiciado por los enemigos, que el antiguo profesor de literatura de la Universidad Johns Hopkins, según parece, se había granjeado entre sus camaradas del bando republicano, que lo acusaron de traición a la República, según se explica en el libro de Eric Nepomuceno “Hemingway: Madrid no era una fiesta”. No obstante, John Dos Passos daba por seguro que lo había asesinado la NKVD, que era la policía secreta de Stalin para impedir que, Robles, revelara algún secreto del tuviera conocimiento. Lamentablemente eran tiempos muy difíciles y en los que la vida valía muy poco. Hemingway y dos Passos se convirtieron, por este suceso, en enemigos declarados y, John Dos Passos, en anti-comunista furibundo.
Cerca de la plaza del Sol nos encontramos con el escritor Arturo Pérez-Reverte. El tío va muy deprisa a la inauguración de un evento sobre el dos de mayo, creo, o sea que foto y adiós.
El domingo por la mañana bajamos del metro en La Latina. Caminamos hasta la plaza de Cascorro y nos perdemos entre las paradas del rastro. En muchos de los tenderetes había letreros en los que se reclamaban los cuatrocientos euros, me siento respaldado y contento. M. me dice que a las dos tenemos que coger el avión para regresar a Barcelona. Nos vamos.

Ver fotos en: www.fotolog.com/leocoyote1