domingo, 14 de septiembre de 2008

SEPTIEMBRE

Septiembre no ha traído nada nuevo. La crisis económica se agudiza mientras nuestro presidente Zapatero sale en estampida para regalarles a las inmobiliarias cientos de millones, del dinero de todos, para que superen sus crisis. Es decir cuando ellas ganan se embolsan el dinero y cuando pierden lo pagamos entre todos.
El señor Montilla, presidente de la Generalitat de Cataluña ha decidido regalarle al grupo Caprabo, ahora Erosky, dinero para que se lo gasten en sus cosas y hagan dumping a los pobres y sufridos tenderos, botiguers en catalán, que no reciben ayuda de nadie y que están condenados al más absoluto de los fracasos. Ni que decir tiene que ese dinero también es del de nuestros impuestos. Pues menos mal que estos dos son socialistas que si no, capaces eran de gasearnos a todos. Pero ya se sabe en España siempre se ha practicado el viejo adagio de salir corriendo a salvar al vencedor.
El señor Bush, nefasto presidente de los Estados Unidos, ha salido, ciscándose en años de liberalismo económico, a socorrer a los dos bancos hipotecarios, esos que tienen nombre de artistas de variedades: Freddy Mac y Fannie Mae y me temo que hará lo mismo con uno de los bancos de inversión más importante de América: Lehman Brothers; todos ellos afectados por las hipotecas subprime, con la misma teoría que nuestros próceres, procurar que al que siempre tuvo no le falte de nada pagando los contribuyentes, claro está.
El sábado, mientras desayunaba con la peña, Manel me explicó una historia que me sorprendió y me divirtió a la vez, ¿qué más se puede pedir?
-Pues sí tú, me quede a cuadros. Resulta que el otro día me viene al despacho un cliente, tiene una hipoteca con nosotros. Es un buen hombre honrado y pagador pero… la crisis lo está jodiendo de verdad. Ahora no recuerdo pero creo que es colombiano… Total, que llega el hombre se sienta y me dice, todo serio: No puedo pagar el recibo de la hipoteca y le he traído la llave del piso para que disponga de él.
-¿Cómo? –Le dije sin dar crédito a lo que oía.
-Pues eso, que me dejo la llave encima de la mesa.
-Joder, pobre hombre.
-Pues sí, ya ves, él creía que con eso ya estaba todo solucionado.
Rafa, en su viaje por la provincia del Yucatán, en Méjico, encontró este bonito animal, que vivía tranquilo en su cuadra y al que le han puesto este precioso nombre (www.fotolog.com/leocoyote1).

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